Los castores son considerados como los ingenieros del medioambiente. Construyen sus casas en áreas elevadas de los ríos con barro, piedras y troncos de árboles, con entradas subterráneas que dificultan el acceso de predadores, pero mantienen un ambiente seco en el interior donde duermen y albergan a sus crías.
Además de esa sofisticada casa, los castores también construyen diques y presas que disminuyen la fuerza del agua y evitan que sus casas se inunden o sean arrastradas por la corriente.