México se verá las caras ante Estados Unidos en el Estadio Akron, casa de las Chivas, buscando dar una mejor imagen
México se enfrentará este martes a Estados Unidos en un partido amistoso en Jalisco, donde tratará de poner fin a la mala racha de resultados ante su más enconado rival.
Aunque los estadounidenses del seleccionador Mauricio Pochettino jugarán con algunas bajas, serán un rival difícil para México, que fue incapaz de derrotar el pasado sábado a los suplentes del Valencia, en un partido en el que el Tri fue de más a menos y empató 2-2 después de tener ventaja de dos goles.
Para el seleccionador mexicano, Javier Aguirre, Estados Unidos es su peor pesadilla, luego de que eliminó a México en los octavos de final de la Copa del Mundo de 2002, en la que el Vasco dejó ir la posibilidad de poner a su equipo en cuartos.
Desde entonces la rivalidad entre ambos equipos creció y Estados Unidos ganó terreno, sobre todo en los últimos años, en los que venció a los mexicanos en la final de la Copa Oro del 2021, la semifinal de la Liga de Naciones de la Concacaf de 2023 y las finales de 2020 y 2024.
Después de derrotar por 2-0 a Panamá, el sábado, Pochettino tendrá cinco ausencias: Christian Pulisic, del Milan, Ricardo Pepi, del PSV Eindhoven, Weston McKennie, de la Juventus, Marlon Fossey, del Standard de Lieja, y Zack Steffen, del Colorado Rapids.
Para el Vasco Aguirre el duelo significa más que un amistoso. México lució mal ante un Valencia sin varios titulares y necesita demostrar que bajo su mando el Tri sí funciona, además de que Estados Unidos es un rival ante el cual los resultados importan, aunque sea en partidos de preparación.
Desde que fue eliminada en la fase de grupos del Mundial de Catar, después de siete Mundiales consecutivos clasificada a octavos de final, los mexicanos pasan por una crisis de resultados.
En tres partidos como seleccionador Aguirre suma dos empates, con Canadá y Valencia, y un triunfo, ante el débil Nueva Zelanda, por lo que necesita hilvanar una buena racha para ganar credibilidad luego de dos fracasos al frente del equipo nacional, en los Mundiales de 2002 y 2010.